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Recientemente el presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Jonathan Malagón, reveló las cifras que ha irrigado la banca a proyectos de restauración ecológica, de restauración social y de restauración productiva.

“Para la restauración ecológica, y esta cifra servirá para las discusiones que tendremos en la COP16 en el segundo semestre de este año: en 2023 el gremio financió $3 billones para la biodiversidad y adaptación al cambio climático. Este financiamiento se destinó, por ejemplo, a actividades de ganadería y agricultura sostenible, plantas de tratamiento y aprovechamiento de aguas residuales, economía circular, protección de los recursos hídricos y reforestación en cuencas para reducir los efectos del cambio climático. Esta cifra es muy baja, considerando las realidades del país en materia ecológica, y la importancia de su biodiversidad. Para tener un orden de magnitud, la cartera total del país fue de $705 billones, lo que significa que sólo el 0,4% de la cartera se destinó a la restauración ecológica del país”, argumentó Malagón.

En cuanto a la cartera destinada a la restauración social, según el presidente de Asobancaria, se estima que fue de $40 billones en 2023, esto con el ejercicio del gremio para la depuración de la cartera con enfoque diferencial para población vulnerable y subatendida. En esta población se encuentran grupos étnicos, afrodescendientes, palenqueros, raizales y ROM, que son el 14% de la población colombiana.

El líder gremial indicó que para la restauración productiva se registraron $29 billones destinados a la financiación de, por ejemplo, construcción sostenible, transporte de bajas emisiones, transición energética y energías renovables no convencionales.

Así las cosas, expresó que la cartera sostenible en Colombia es cercana a los $72 billones, lo que significa alrededor de un 10% de la cartera total del sector. “Comparativamente, con respecto a referentes internacionales, la financiación sostenible del país es insuficiente. Tener una cartera sostenible del 25% no puede ser un punto de llegada, pero debe ser hacia donde debemos apuntar. Lo que significa que estamos a mitad de camino o menos para alcanzar lo que debería ser la cartera sostenible”, apuntó.