La parte de los ángeles en el vino y destilados
En la elaboración de vinos y destilados existe una expresión cargada de simbolismo: ‘la parte de los ángeles’. Esta frase se utiliza para describir el fenómeno natural por el cual una pequeña cantidad de líquido se evapora mientras las bebidas maduran en barricas de madera.
Durante el proceso de envejecimiento, las barricas permiten un intercambio entre el contenido y el ambiente exterior. A través de los poros de la madera, parte del alcohol y el agua se escapan lentamente al aire. Esta pérdida, considerada inevitable, ha sido bautizada poéticamente como un «tributo» a los ángeles.
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Aunque a simple vista puede parecer una desventaja para los productores, la evaporación tiene un papel crucial: contribuye al desarrollo de aromas y sabores más concentrados y complejos. La interacción con el oxígeno y la madera favorece la transformación química que da lugar a destilados más suaves o vinos de matices más ricos.
La cantidad de líquido que se pierde depende de factores como la humedad, la temperatura del entorno y el tipo de madera de las barricas. Por ejemplo, en regiones cálidas y secas, la parte de los ángeles puede ser más elevada que en climas fríos.
Así, cada copa de vino añejo o destilado maduro no solo es fruto del trabajo humano, sino también de un sutil «regalo al cielo» que da carácter y singularidad a cada bebida.
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