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Historia de Domino’s Pizza

La historia de Domino’s Pizza es un ejemplo emblemático de cómo una pequeña iniciativa puede transformarse en una corporación global. Todo comenzó en 1960, cuando los hermanos Tom y James Monaghan adquirieron una modesta pizzería llamada DomiNick’s en Ypsilanti, Michigan, con una inversión inicial de 900 dólares. Ubicada cerca de la Universidad de Michigan Oriental, la pizzería tenía como objetivo principal satisfacer el apetito de los estudiantes universitarios de la zona.

Poco después de la adquisición, James decidió vender su parte del negocio a Tom a cambio de un Volkswagen Sedán utilizado para las entregas. Tom Monaghan, ahora único propietario, implementó estrategias innovadoras que sentarían las bases del éxito futuro de la empresa. Entre ellas, redujo el menú para enfocarse exclusivamente en pizzas y estableció un servicio de entrega a domicilio gratuito, una novedad en aquella época.

En 1965, tras adquirir dos pizzerías adicionales en Michigan, Monaghan renombró su negocio como Domino’s Pizza. El nuevo nombre surgió debido a que el antiguo propietario de DomiNick’s reclamó la marca original, lo que llevó a Tom a buscar una alternativa que también apareciera en las páginas amarillas. El logotipo de la empresa, una ficha de dominó con tres puntos, simboliza las tres tiendas originales.

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La expansión mediante franquicias comenzó en 1967 con la apertura del primer local franquiciado en East Lansing, Michigan. Durante las décadas siguientes, Domino’s experimentó un crecimiento exponencial, alcanzando 200 tiendas en 1978 y superando las 1.000 en 1983. Ese mismo año, la compañía inauguró su primera sucursal internacional en Winnipeg, Canadá, marcando el inicio de su presencia global.

Una de las estrategias más destacadas de Domino’s fue la introducción, en 1973, de la garantía de entrega en 30 minutos o menos, ofreciendo una pizza gratis si no se cumplía este plazo. Aunque esta política fue descontinuada en 1993 debido a preocupaciones de seguridad vial, en su momento contribuyó significativamente a la reputación de la empresa como líder en entregas rápidas.

En 1998, Tom Monaghan vendió el 93% de Domino’s Pizza al fondo de capital privado Bain Capital por aproximadamente 1.000 millones de dólares. Para entonces, la compañía contaba con más de 7.000 establecimientos en todo el mundo. En 2004, Domino’s comenzó a cotizar en la Bolsa de Nueva York, consolidándose como una de las principales cadenas de pizzerías a nivel internacional.

Hoy en día, Domino’s Pizza opera en más de 90 países, con miles de tiendas que continúan innovando en el servicio de entrega de alimentos. Lo que comenzó como una pequeña pizzería orientada a estudiantes universitarios se ha transformado en un gigante de la industria alimentaria, manteniendo siempre su compromiso con la calidad y la rapidez en el servicio.