Monstruo de Gila y Ozempic
El monstruo de Gila (Heloderma suspectum), un lagarto venenoso del suroeste de EE.UU. y México, ha sido clave en la investigación médica. Su capacidad de sobrevivir con solo unas pocas comidas al año llamó la atención de los científicos, quienes descubrieron en su veneno una sustancia con propiedades sorprendentes.
Este reptil produce una hormona llamada exendina-4, similar al péptido GLP-1 presente en el cuerpo humano. Esta hormona ayuda a regular el azúcar en sangre y ralentiza la digestión, permitiendo al monstruo de Gila mantener su metabolismo estable durante largos periodos sin alimentarse. Inspirados en este mecanismo, los investigadores desarrollaron fármacos como el Ozempic, utilizados para tratar la diabetes tipo 2 y ayudar en la pérdida de peso.
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El Ozempic imita la acción del GLP-1, promoviendo la producción de insulina y controlando el apetito. Gracias a esta innovación, millones de personas han encontrado una nueva opción para manejar enfermedades metabólicas de manera más efectiva.
El hallazgo demuestra cómo la naturaleza sigue siendo una fuente inagotable de soluciones para la medicina moderna. A partir del veneno de un reptil del desierto, se ha logrado un avance revolucionario en la salud humana, transformando la forma en que se tratan la diabetes y la obesidad.
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