Genética de los gatos tuxedo
Los gatos tuxedo son conocidos por su elegante combinación de colores negro y blanco, que les da la apariencia de llevar un esmoquin. Aunque este patrón se encuentra en varias razas felinas, su origen radica en la genética de la pigmentación del pelaje.
El color de un gato está determinado por la distribución de melanocitos, las células responsables de la producción de pigmento. En los tuxedo, estos melanocitos no se extienden de manera uniforme por todo el cuerpo durante el desarrollo embrionario, lo que da lugar a áreas sin pigmento, que aparecen como manchas blancas en el pecho, patas o rostro.
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A diferencia de otros patrones bicolores, los tuxedo suelen tener una distribución más simétrica, con predominancia del negro y áreas blancas bien definidas. Esta característica no es exclusiva de una raza específica, ya que puede encontrarse en gatos de pelo corto y largo, incluyendo razas como el Maine Coon y el Británico de Pelo Corto.
Más allá de su apariencia, los gatos tuxedo han ganado popularidad debido a su reputación de ser juguetones, sociables e inteligentes. Aunque la genética no influye directamente en su personalidad, muchos dueños coinciden en que estos felinos tienen un carácter amigable.
Este patrón de color, resultado de la interacción genética, no solo los hace visualmente llamativos, sino que también resalta la diversidad en la herencia del pelaje felino.
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